Rafi
Medically reviewed by Drugs.com. Last updated on Jun 5, 2024.
CUIDADO AMBULATORIO:
Lo que necesita saber acerca de la reducción abierta y fijación interna (RAFI):
Una RAFI o reducción abierta y fijación interna es una cirugía para reparar un hueso fracturado (quebrado). La reducción abierta significa que se coloca el hueso nuevamente en el lugar correcto con cirugía. La fijación interna significa que el equipo ortopédico (como varillas o clavos) se usa para mantener los huesos quebrados unidos.
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Cómo prepararse para la reducción abierta y fijación interna:
- Su médico le indicará cómo prepararse para la cirugía. Puede indicarle que no coma ni beba nada de 6 a 8 horas antes de la cirugía. Haga arreglos para que alguien lo lleve a su casa después de la cirugía.
- Informe a su cirujano sobre todos los medicamentos que usted toma actualmente. Le dirá si necesita dejar de tomar algún medicamento antes de la cirugía y cuándo debe hacerlo. Le indicará cuáles medicamentos tomar y cuáles no tomar en el día de su cirugía.
- Dígale a su cirujano sobre todas sus alergias. Infórmele si tuvo una reacción alérgica a la anestesia o a los antibióticos.
Lo qué sucederá durante una reducción abierta y fijación interna:
- Pueden administrarle anestesia general para mantenerlo dormido y libre de dolor durante la cirugía. Es posible que le administren anestesia local para adormecer la zona del cuerpo donde se realizará la cirugía. Con esta anestesia, usted permanecerá despierto o bajo sedación ligera durante la cirugía.
- Se realizará una incisión en la piel sobre el hueso fracturado. El cirujano unirá de nuevo los trozos de huesos rotos. Se colocarán clavos, tornillos, varillas o placas de metal a un lado de los huesos rotos para mantenerlos unidos mientras sanan. La incisión será cerrada con suturas o grapas y se cubrirá con un vendaje.
Qué esperar después de la reducción abierta y fijación interna:
Lo llevarán a una habitación donde podrá descansar hasta que esté completamente despierto. Los médicos lo observarán de cerca por si se presenta algún problema. No se levante de la cama hasta que su médico lo autorice. Cuando sus médicos determinen que usted está bien, lo llevarán a su habitación del hospital.
- Una férula o un yeso podrían colocarse para ayudar a prevenir el movimiento para que los huesos puedan sanar.
- Los medicamentos podrían administrarse para aliviar el dolor o prevenir las náuseas o una infección bacteriana.
- Un fisioterapeuta podría venir y ayudarlo a moverse el día después de su cirugía. Podría enseñarle cómo usar la caminadora o las muletas. También le indicará ejercicios para realizar cuando se vaya a su hogar. Después de que regrese a su hogar, usted necesitará continuar con la fisioterapia.
Riesgos de la reducción abierta y fijación interna:
- Probablemente, los huesos no sanen correctamente. Usted podría continuar teniendo dolor. Los accesorios médicos podrían quebrarse o cambiar de forma. Usted podría necesitar otra cirugía para retirarle el dispositivo que se usó para mantener los huesos en su lugar. Los nervios, vasos sanguíneos, ligamentos o músculos podrían sufrir daño durante la cirugía.
- Usted podría desarrollar émbolo de grasa. Esta grasa se traslada a otras partes de su cuerpo. Puede obstruir el flujo de sangre a sus pulmones, cerebro o corazón. Usted también podría desarrollar un coágulo sanguíneo potencialmente mortal.
Llame al número de emergencias local (911 en los Estados Unidos) si:
- Usted se siente mareado, le falta el aire o tiene dolor en el pecho.
- Usted expectora sangre.
Busque atención médica de inmediato si:
- Su brazo o pierna se siente caliente, sensible y adolorida. Se podría ver inflamado y rojo.
- Usted tiene dolor intenso, aun después de tomar medicación.
- Se desprenden los puntos de sutura.
- Su yeso o férula se rompe.
- Usted no puede mover los dedos de sus manos o pies.
- Usted siente hormigueo o adormecimiento en los dedos de las manos y pies.
Llame a su médico o cirujano si:
- Tiene fiebre.
- Su yeso o férula se moja y empieza a oler mal.
- Su vendaje o yeso se sienten muy ajustados o muy flojos.
- Usted tiene mucha comezón debajo de su yeso o férula.
- Su incisión está roja, inflamada o supurando pus.
- Usted tiene preguntas o inquietudes acerca de su condición o cuidado.
Cuidados personales:
- Pregunte acerca de la actividad. No levante objetos pesados. Pregunte cuándo puede manejar y regresar al trabajo, a la escuela o a sus actividades diarias.
- Use dispositivos de apoyo como se le indique. Es posible que usted necesite usar muletas, un bastón o caminador sí se sometió a una cirugía de RAFI en su pierna o pie. Es importante que use muletas o un caminador correctamente. Pida más información a su médico acerca de cómo usar estos dispositivos para caminar.
- Pregunte cuándo se puede bañar. Cuando le permitan bañarse, cubra su yeso o férula con 2 bolsas de plástico. Ponga cinta médica a las bolsas para unirlas a su piel o use ligas de caucho para mantener el agua afuera. Mantenga el yeso o la férula fuera del agua para que no se moje. Si usted no tiene un yeso o férula, lave cuidadosamente la herida con jabón y agua. Seque el área y coloque un vendaje nuevo y limpio como se le indique. Cambie sus vendajes cuando se mojen o ensucien. Revise el área de la cirugía para detectar signos de infección, como enrojecimiento, hinchazón o pus.
- Eleve su extremidad como se le indique. Levante la pierna o el brazo arriba del nivel del corazón con la mayor frecuencia posible. Esto va a disminuir inflamación y el dolor. Coloque la pierna o el brazo sobre almohadas o sábanas para mantenerlos elevados cómodamente.
- Coloque hielo en el área fracturada como se le indique. El hielo ayuda a disminuir la inflamación y el dolor. El hielo también puede contribuir a evitar el daño de los tejidos. Use una compresa de hielo o ponga hielo triturado en una bolsa de plástico. Cubra con una toalla y aplíquelo sobre el área por 15 a 20 minutos cada hora según indicaciones.
- Vaya a fisioterapia según le indicaron. Un fisioterapeuta le puede enseñar ejercicios para ayudarle a mejorar el movimiento y la fuerza, y para disminuir el dolor.
Cuidado del yeso o la férula:
Si usted tiene un yeso o una férula, haga lo siguiente:
- Revise la piel alrededor del yeso o férula todos los días. Aplique loción sobre cualquier área enrojecida o dolorida.
- No empuje ni se apoye en ninguna parte del yeso o de la férula. Podría fracturar o mover la zona lesionada.
- No arañe la piel debajo del yeso con objetos afilados o puntiagudos dentro del yeso.
- Si su férula está muy ajustada, aflójela cuidadosamente para que los dedos de sus manos o pies estén cómodos.
Acuda a sus consultas de control con su médico o cirujano según le indicaron:
Es posible que usted necesite regresar para que le revisen su herida y que le retiren los puntos de sutura o grapas. Anote sus preguntas para que se acuerde de hacerlas durante sus visitas.
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